Dicen que si acabas de quedar con un chico y, al irte le dedicas una última mirada, surge el amor. Las ganas de verle, de tocarle, de pasión sin control. Surge el no pensar, el no querer nada más. Se enciende la llama de la ilusión, la que hace posible que en un futuro se escuche ese: "Todo comenzó con una mirada".
Que genial eres María(:
ResponderEliminarTieeeeenes un premio en mi blog María un besito te quiero(:
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